Esta sábado podría arrancar la primera desaladora. Tras probar el sistema de la red de distribución y bombeo y analizar la calidad definitiva del agua, si todo sale según lo previsto, se suministrará agua al Consejo Insular para que proceda a su distribución.
Los trabajos no han estado libres de obstáculos, recortar los plazos de 6 meses a 3 semanas, ha traído consigo una serie de problemas que, eso sí, se han podido solventar. Así, el segundo pozo ha quedado anulado al romperse una broca en su interior. No obstante, ya se está trabajando en un tercer pozo, pendiente de terminar los trabajos de perforación.
También se perdió el muerto que garantiza el fondeo del buque cisterna. Localizado ya a unos 80 metros de profundidad, se están realizando ya las pruebas para poder recuperarlo y que el barco pueda volver a aportar agua.
Los trabajos que permitirán llevar agua de riego a los cultivos de las zonas afectadas por la erupciones están en su fase final.