Cuenta atrás en la lucha del Team Zapata: ¿la Presidencia o las siglas?

Pasan los días en el Partido Popular de La Palma sigue sin aclarar su posición final en la ecuación de la gobernabilidad de la Isla Bonita, sin dar el paso autorizado por su Dirección Nacional dirigido a mantener a CC como su “socio preferente”. Se resiste porque la preferencia local no coincide con la orden que llega. Y no es para menos, de por medio está la Presidencia del Cabildo ofrecida por el PSOE y el Team Zapata se ve abocado a “claudicar” ante una oportunidad histórica para su formación y para el propio candidato a la Presidencia Insular, Mariano Hernández Zapata.

Por ello, el viernes que sería “clave” en la decisión, tal y como anunciaron, vuelve a quedarse en un intento y habrá que esperar “un poco más”. Estiran el chicle del tiempo para intentar lo que parece improbable, convencer a Génova.

En el PP insular dicen incluso que “no hay prisas”. El acuerdo con los nacionalistas, que ya resuena en la calle y en los medios de comunicación como obligatorio e indeseado, puede retrasarse como quien pospone una tarea obligatoria pero ingrata. Mientras, insiste una y otra vez ante la Dirección Nacional de que es fundamental obtener la Presidencia del Cabildo.

Lo cierto es que, si como parece, son obligados finalmente a pactar con CC, no partirá como un gobierno unificado y con objetivos comunes. Las matrimonios “convenidos”, en términos políticos, pueden funcionar si cada gestor se ocupa de lo suyo sin ingerencias en las áreas del socio de gobierno, pero no augura un futuro feliz a corto plazo en los pasillos y despachos de las plantas de Presidencia y Vicepresidencia del Cabildo (por cierto, una Vicepresidencia cerrada a cal y canto en estos días a la espera de ocupante).

Al otro lado de este entuerto político, la pareja deseada por los populares, el PSOE de Anselmo Pestana, (que le ha dado todo, esto es la propia Presidencia aún con más consejeros y votos que el PP); escucha las explicaciones del Team Zapata del “no estamos autorizados”, mientras recuerdan aquellos tiempos en los que ellos mismos se vieron abocados a decidir entre expulsión o pacto con el PP… y decidieron jugársela.

Pero, el PP no es el PSOE, en cuestiones de disciplina de partido.