Ayer se produjo el momento más energético del proceso eruptivo, que obligó a evacuar a 160 personas, llegando a 6000 las personas desalojadas desde el pasado domingo, día en el que se inició la erupción. Debido a la evolución de la emergencia volcánica, este sábado los vecinos no podrán acceder a las zonas afectadas para recoger pertenencias hasta la valoración del Comité Científico.
Tras constatar el hecho de que habían aparecido dos nuevos centros emisores en la falda del cono en el subsector noreste, que emitían lavas de gran velocidad y fluidez y viendo que estos centros pudieran ser los que marcaran una posible apertura de una fractura que uniera estos dos centros y que pudiera producir la desestabilización de un sector del cono principal, fue por lo que llevó a tomar las medidas de la evacuación de los núcleos de Tajuya, Tacande de abajo y Tacande de arriba, las zonas que no estaban ya evacuadas, indicó María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias.
Entre los peligros a los que se podría enfrentar la población están las coladas de lava de alta temperatura y contenido de gases, poco viscosas y que pueden saltar espacios topográficos, así como el mayor alcance de fragmentos balísticos y una densa caída
de cenizas. El peor escenario, según Blanco, hubiera sido el desmoronamiento total o
parcial del cono eruptivo, generando flujos de alta velocidad que hubieran podido
extenderse lateralmente.
En total, se han evacuado a unas 160 personas que pasaron la noche, en su mayoría, en casas defamiliares o amigos por decisión propia, 12 en el hotel Teneguía Princess, en
Fuencaliente, y otras 10 con problemas de movilidad que serán acogidas en el
Acuartelamiento.