El vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Stavros Meletlidis, ha afirmado en los micrófonos de ONDA CERO LA PALMA que las vibraciones que se sentían alrededores de la erupciones y que acompañaban a las detonaciones han desaparecido. Por tanto, la actividad ahora mismo es estromboliana moderada, con caída de cenizas, flujo de lava y emisión de los gases que acompaña a la erupción.
Respecto a los gases, señala que se trata de un gas nocivo que es lo que le da la condición de explosividad a la erupción. Además, indica que durante el proceso pueden registrarse diferentes fases. Aunque baje la actividad, «no debemos confiarnos», porque el magma continúa saliendo y, si hasta ahora ha encontrado el camino, podrá seguir descargando mientras tenga el gas principal dentro de ese volumen.
Staavros Meletlidis se muestra tajante al afirmar que «es imposible saber lo que puede durar el proceso eruptivo y cómo va a seguir». La valoración de la actividad se hace a corto plazo y «no podemos hablar de números absolutos», porque aunque se haga una estimación en función de la deformación de la superficie, «no hay que olvidar que la complejidad de la estructura en una isla volcánica puede superar los modelos simplificados que usa el IGN».
Aún así, la lava no baja a gran velocidad porque no es fluida, además, no estamos ante una gran pendiente y, tristemente, las casas que se va encontrando a su paso actuándotelas como freno, aunque sigue avanzando hacia la costa.
Recuerda también que hay que tener especial cuidado con los gases, porque son nocivos. «No hay que olvidar que la primera fuente de gases no es solamente el cono, donde tenemos la erupción, sino que también están dentro del cuerpo de los flujos, en las pequeñas roturas o en la solidificación de la lava». Así, es posible que se puede ver una «capa amarilla» en la parte superior de esa lava, que indica la toxicidad de la misma. Staavros Meletlidis reitera que «se debe hacer caso a las indicaciones de las autoridades».
En cuanto a lo que podría ocurrir si la lava llega finalmente al agua, el vulcanólogo indica que se generará una plataforma lávica y alguna que otras erupciones que no tendrán una explosividad alta. En esos momentos, no deberá haber nadie cerca porque se generarán fragmentos y podría ser peligros. Poco a poco, el agua irá enfriando la lava.