Descienden los sismos en número y magnitud, pero la producción de lava sigue siendo elevada y fluida

La erupción volcánica sigue sin dar tregua en la isla de La Palma, sin poder hablar de un final cercano de la actividad. Pese a que se ha constatado un descenso en la magnitud y número de sismos, esta disminución no va acompañada de una bajada en la producción de lava, que sigue siendo muy fluida y elevada. Esta emisión alimenta, especialmente, la zona de coladas 3 y 9, mientras que también aporta energía en menor medida a la 1, que es la colada primigenia.

 

La apertura de la colada 3 en el día de ayer y su unión a la colada 9 ha generado los mayores problemas en las últimas 24 horas, discurriendo este domingo hacia el sur y ganando en espesor, lo que ha hecho que no se dirija hacia el mar sino que avance ocupando la superficie llana de la isla baja, que conformó en 1949 el volcán de San Juan.

Tal y como ha comentado Miguel Ángel Morcuende, director técnico del PEVOLCA, en rueda de prensa, el resto de zonas de coladas no muestran mayores problemas por algo, ya que continúan prácticamente inactivas. No obstante, se muestra cauto al añadir que «en un momento dado esta situación puede cambiar, al producirse nuevos cambios en la morfología».

Durante la rueda de prensa se recalcó que aunque se observa un descenso aparente de la sismicidad, el número de terremotos sigue siendo elevada, produciéndose la mayor parte de estos movimientos en zonas intermedias. Las deformaciones se mantienen estables, sin variación. La tasa de emisión de dióxido de azufre en el penacho desciende por quinto día consecutivo, pero continúa manteniéndose en valores elevados. ¿Podría hablarse, por tanto, de un final próximo? Por el momento, no, ya que a estos indicadores hay que sumar en las últimas 24 horas un episodio intenso de emisión de cenizas que ha cubierto de negro el Valle de Aridane, así como otros municipios como Tijarafe y Puntagorda.

La erupción en números

Justo cuando se cumplen 6 semanas del inicio de la erupción, el volcán deja, por el momento, 463 albergados -9 más que ayer- en instalaciones hoteleras de Fuencaliente y Los Llanos de Aridane. Además, 43 dependientes se encuentran en diferentes centros sociosanitarios de La Palma y, a día de hoy, no hay ningún albergado en El Fuerte.

La superficie afectada por la lava asciende ya a 963,73 hectáreas, siendo «demostrativo del daño que está produciendo este volcán», señala Morcuende. De esas hectáreas, casi 280 pertenecen a cultivos, siendo más de la mitad plataneras, seguidas de viñedos y aguacates. En cuanto a construcciones, Copernicus cifra en 2562 las edificaciones destruidas y 146 en riesgo.

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