Las coladas de lava continúan causando graves daños a su paso, como la rotura de la última conexión de riesgo que existía con El Remo. Esto explicaría la columna de humo blanco que se pudo observar desde algunos puntos, fruto del contacto de la lava con el agua. En los próximos días se iniciará la instalación de desaladoras que permitirán la continuidad de los riegos en la zona. Asimismo, Copernicus ya cifra en 880 las edificaciones destruidas y 105 dañadas, así como 376,3 hectáreas afectadas por la lava.
Carmen López, portavoz del Comité Científico, ha indicado que la erupción fisural continúa mostrando mecanismos estrombolianos, alternando fases explosivas y efusivas y con actividad simultánea.
Respecto a la nueva colada que aparecía ayer, se informa que ha discurrido hacia el oeste, de manera paralela a la colada que ha llegado al mar y ha alcanzado a las 09:00 horas de este sábado el final del Camino Los Campitos, haciendo posteriormente contacto lateral con las coladas anteriores. Por el momento esta nueva lengua no ha llegado al mar. Desde el Comité Científico se desconoce si llegará a tener contacto con el agua o si se unirá con el resto de lenguas.
Además, se pueden observar varios focos activos en el interior del cráter principal y dos situados en el sector noroeste del cono. En este sentido, no se descarta la aparición de nuevos centros de emisión, como el surgido en la mañana de hoy y que continúa emitiendo cenizas y humo.
La fajana ya alcanza 27,7 hectáreas
La fajana que la lava continúa formando en el mar se encuentra a una distancia superior a 540 metros de la línea de la costa y ha alcanzado una profundidad de 35 metros. La superficie cubierta alcanza 27,7 hectáreas y se observa en las últimas horas su aumento lateral tanto al sur como al norte.
También continúa el penacho marino, lo largo del delta de lava, produciendo nubes de vapor de agua y de ácido clorhídrico, que se concentran en una pequeña área alrededor del campo de contacto entre el agua y la lava.

Sin novedades respecto a la actividad sísmica
La sismicidad se localiza principalmente en las mismas zonas que días anteriores, que se corresponden con el espacio en el que se empezó a localizar la actividad de esta crisis volcánica. En relación a las profundidades, se sitúan entre los 10 y 15 km, registrándose algunos terremotos a profundidades superiores a los 20 km.
En las últimas 24 horas se han localizado algunas decenas de sismos, el mayor de ellos de magnitud 3,6, sentido con intensidad 3-4. López recalcó que «se pueden producir más sismos sentidos por la población, que puedan producir algunos derrumbes en zonas de pendiente». En algunas estaciones sísmicas es incluso posible registrar el tremor asociado al delta lávico. Respecto a las deformaciones, muestran en las estaciones alejadas del centro eruptivo una ligera tendencia descendiente en la componente vertical y en las estaciones cercanas, estabilidad. También se han detectado algunos pulsos relacionadas con la dinámica eruptiva de este volcán.
Las emisiones de dióxido de azufre asociadas al penacho volcánico, que son las emanaciones visibles continúa.
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