El PEVOLCA en la última rueda de prensa de este domingo informaba de la disminución del número y magnitud de los seísmos en las últimas 24 horas, sin registrar durante un día actividad sísmica sentida. Sin embarro, la tregua ha durado muy poco. A las 17:52 La Palma ha vuelto a temblar con un terremoto de 5.0 de magnitud e intensidad IV, localizado en la Villa de Mazo, a 38 kilómetros de profundidad.
Este movimiento sería el segundo de magnitud 5.0 e intensidad IV, tras el que se produjo ayer a las 07:24 horas y que se llegó a sentir en otras islas, siendo, hasta el día de ayer, el mayor movimiento ocurrido en La Palma, desde que se inició el enjambre sísmica, el pasado 11 de septiembre.
La erupción volcánica sigue activa, muestra de ello es también el considerable volumen de emisión de cenizas, que cubren todo el oeste y noroeste de la isla, acompañado de explosiones audibles de gran intensidad. Este episodio pudo ser causado por una intensa desgasificación, se aclara desde el PEVOLCA. Además, cabe destacar también la producción de rayos volcánicos y ondas de choque asociadas a las explosiones más energéticas, ondas generadas por explosiones que emiten un flujo de gas a
velocidad que superan la barrera del sonido.
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